Esta edificación corresponde al año 1902, pocos años después del regreso más masivo de begurenses de Las Américas, y pese a que el primer propietario no fue un indiano, la casa recoge muchos elementos de estética indiana. A pesar de tener una fachada principal muy sobria, mostrando sólo algunas características de estilo neoclásico, el interior es muy interesante.