Blanes
Durante el siglo XIX emigraron a América casi dos mil blandenses, sobre todo entre 1839 y 1862. Se dirigieron a Cuba, principalmente en La Habana, y también en Puerto Rico o Argentina.
Hoy el legado de los pocos que hicieron grandes fortunas lo podemos rastrear a través de las casas que quedan en pie en el paseo de Mar de Blanes, a partir de los edificios que patrocinaron o a partir de la documentación que conservan sus descendientes o el Archivo Municipal.
Entre 1816 y 1875 se registraron más de 180 veleros hechos en los astilleros de Blanes, con un arqueo de entre 50 y 500 toneladas, místicos, bergantines, goletas, polacras, pailebotes, fragatas etc.
También pilotos y marineros de Blanes habían patroneado estas embarcaciones tanto en cruceros entre Blanes y las islas como en la aventura de América, incluso hay referencias escritas de una escuela de pilotos ubicada en el municipio.
Agustí Vilaret, al volver de las Antillas donde había pasado treinta años, fundó en 1865, las cavas Mont-Ferrant. Invirtió ilusión y talento en un nuevo proyecto, la elaboración de cava y es considerado el primer elaborador de cava y la empresa más antigua del sector.