Es una de las casas más señoriales de Begur. La fachada posterior, con una doble galería mirando al jardín, es uno de los elementos más emblemáticos de la ciudad. La casa fue comprada en 1859 por Pere Roger Puig al indiano Josep Carreras Frigola (propietario del Mas Carreras). En 1832, cuando sólo tenía 18 años, Roger había emigrado a La Habana y allí fundó una fábrica de tabaco llamada La Rosa.