Sólo entrar, nos recibe una visión evocadora de la Cuba decimonónica: Las lánguidas hojas de una altiva palma sombrean la blanca capilla y, al lado, el panteón de la familia Vilar, con la columna trunca, simbología cubana para cuando se moría alguien joven .
Avenida de los Países Catalanes, s/n