Los indianos construyeron tres tipos de edificios como vivienda particular. La mayoría decidirse por una casa, que solía estar cerca de la playa, aunque también podían construir en el centro del municipio. Otros indianos decidieron retirarse al campo tras el retorno a Catalunya y se dedicaron a restaurar una casa con estilo colonial. Finalmente, en las ciudades, se construyeron palacios, unos edificios majestuosos al alcance sólo de los indios más ricos.
El indiano ordenaba construir la casa antes de volver a Catalunya. Lo primero que hacía era ponerse en contacto con algún familiar o amigo de confianza para que contratara los servicios de un arquitecto o de un maestro de obras, que era quien dirigía la construcción de la casa. Desde América, el indiano enviaba las instrucciones y el dinero necesario para iniciar las obras y una vez en casa sólo tenía que ocuparse de los últimos detalles.
Cada casa era diferente según el lugar y la época en que se construyó. Podríamos agrupar las casas indianas dentro de tres grandes estilos. En los siglos XVIII y XIX los indianos adoptaron el estilo del neoclasicismo, a finales del siglo XIX apostaron por el modernismo y avanzado el siglo XX, por el novecentismo. En Catalunya, las casas tienen características propias de cada estilo, pero también se pueden observar casas donde se mezclan las características de estos y otros estilos.
Neoclasicismo
• Los edificios imitan los antiguos templos griegos
• En las fachadas, se colocan columnas y frontales
• En los jardines se construyen templos de planta redonda
Modernismo
• En las fachadas de las casas, observamos elementos de la naturaleza: hojas, árboles, flores, etc.
• Predominio de las líneas curvas ante las rectas
• Las formas de los edificios parecen tener movimiento
• Edificios muchos decorados. No se deja ningún espacio para decorar
Novecentismo
• La arquitectura novecentista incorpora características del modernismo y del neoclasicismo
• Los edificios no sólo deben ser bellos sino también deben cumplir una función social
Las casas indianas suelen estar formadas por un sótano, una planta baja, uno o dos pisos y un desván. La fachada es la parte de la casa donde está la puerta principal. La fachada a menudo está muy decorada y destaca por su simetría. Todas las ventanas son regulares y de dimensiones similares.
La fachada posterior de la casa da al patio y está formada por unas grandes galerías donde hay pilares y arcos. En el interior de la galería se pueden ver pinturas murales, es decir, pinturas hechas sobre las paredes que recordaban al indiano el paisaje que había conocido en el Caribe: playas paradisíacas, jardines y plantas exóticas, etc.
Las casas suelen tener también una torre, cuadrada o circular, desde donde se puede ver el mar, la vía de comunicación entre Catalunya y América en el siglo XIX.
En la planta baja de la casa está el vestíbulo, unos salones muy grandes y altos y la cocina. A través de unas escaleras anchas, hechas con los materiales de mejor calidad, se accede a los pisos superiores y en las habitaciones, donde los indianos y sus familias buscaban el descanso. Las habitaciones más lujosas suelen estar decoradas también con pinturas murales y disponen, como los salones de la primera planta, de una gran chimenea.
Los muebles de las casas destacan por su gran calidad. Para fabricarlos los indianos llevaron de América la madera de la jacaranda y de la caoba. Los muebles hechos con caoba tienen un color rojizo y brillan cuando la madera está pulida. También utilizaron la caña de bambú para hacer mesas y sillas.