Llegados en lo alto del camino disfrutaremos del magnífico monasterio adquirido por Nicolau Font y Maig desde Cuba a través de su apoderado, aprovechando las desamortizaciones del XIX. Su idea de convertir el antiguo monasterio en un hospital de pobres, fue llevada a cabo por sus herederos, después de su muerte. Un monumento al indiano alza en la plaza, justo delante de la entrada principal del edificio.